sábado, 29 de junio de 2013

Vampiros sureños



No esperaba que me gustase esta saga de novelas. No entiendo como puede nadie enamorarse de un vampiro; será que cuando yo crecía los vampiros eran seres peligrosos que bebían tu sangre como si fuera horchata, y esta nueva moda me pilla vieja.
La serie me gusta porque está cargada de magia y seres sobrenaturales (lo que yo daría por poder convertirme en animal y corretear por los bosques), pero los amores de Sookie me aburren. Me parecen mucho más interesantes las subtramas de Sam, Jason, Tara, Lafayette, y cualquier otro personaje secundario. La novela está escrita en primera persona y centrada en Sookie, así que todas estas subtramas no aparecen. Creí que el libro seria muy aburrido, un Crepúsculo menos ñoño, pero valido como lectura ligera. No es así, apenas se parecen.
Para empezar, creo que Bella no está muy bien de la cabeza. Una cosa es ser tímida, pero ¿enamorarte de un tipo que se cuela en tu cuarto para mirarte mientras duermes? Me pasa eso a mi y me compro un arma. Está tan acomplejada (a pesar de todos sus pretendientes), que cree que Eduard le hace un favor inmenso estando con ella, y cree que se va a morir cuando le deja. De hecho, está a punto de matarse varias veces, con la moto y tirandose de acantilados varios.
Sookie al principio parece otra cenicienta; es una pobre huerfanita, dulce, buena persona, trabajadora, y por supuesto, virgen. Pero no es rescatada, cual damisela en apuros, una y otra vez. En realidad, es ella la que le rescata a él cuando se conocen. Se salva a si misma del asesino en serie que la persigue. A lo largo de la serie o de las novelas, continuamente usa su ingenio y su valor para salir ella solita de las situaciones más complicadas.
En el libro segundo de Bella su novio la deja, y ella se queda tan deprimida que es practicamente un vegetal, sufre pesadillas, intentos de suicidio... finalmente descubre que su novio está en peligro y corre a salvarlo (realmente, lo único que hace es hablar con él), y le falta tiempo para aceptar sus disculpas y hacer las paces.
En el libro segundo de Sookie, su novio la deja. Ella está deprimida, pero también furiosa, y trata de seguir con su vida. Cuando se entera de que Bill está en peligro corre a salvarlo: se infiltra en clubs y sociedades secretas de vampiros hasta que descubre donde está secuestrado, se cuela en la mansión, recibiendo serias heridas en el camino, rescata a su amante, asesina a sus secuestradores, esconde los cadáveres, y se escabulle. Durante la aventura es herida varias veces, decide que esa pareja no le conviene, y le deja para siempre. A pesar de sus suplicas, ella nunca regresa con él.
Una cosa que nunca entendí en la serie es como Sookie es capaz de tener ninguna relación, ni siquiera de amistad, mucho menos de amor, con Erick. Lo que le hizo a Lafayette es imperdonable. Pero claro, eso en la novela no pasa. En la serie los vampiros son mucho más terroríficos, lo que por un lado me gusta, porque me parecen más reales, pero por otro lado vuelve absurda cualquier historia de amor con ellos. En la novela, aunque son peligrosos y pueden matar para defenderse, no son tan despiadados. Ella les hace frente muchas veces. Me encanta cuando les retira la invitación y tiene que salir corriendo de su casa, quieran o no.
Otra cosa que me gusta de ella, es que por mucho que se relacione con vampiros, nunca se plantea convertirse en uno de ellos. Le gusta ser humana y tomar el sol, y eso no se cambia por nada.
Si te apetece conocer a una heroína que se respeta a si misma y no se arrastra detrás de los hombres, ya sabes donde hay una.

"-Te amo -dijo Bill, como si me estuviera haciendo un gran favor. Hasta parecia sorprendido. 
-No son palabras mágicas. No te van a abrir mi corazón -contesté." Sookie Stackhouse.

viernes, 28 de junio de 2013

Eat & Run



Autobiografia de Scott Jurek, uno de los mejores deportistas de todos los tiempos. Su carrera en la ultramaratón es impresionante, ha ganado practicamente todas las carreras que ha corrido, y eran carreras de cien o doscientos kilometros, incluso más. Pero si es buen deportista, aún es mejor persona; se le conoce porque al cruzar la linea de meta, en lugar de recoger su premio y volver al hotel a descansar, se da la vuelta y empieza a aplaudir y animar a los que vienen detrás de él. No se mueve hasta que el último corredor ha llegado.
Además es vegano desde muy joven y atribuye a la dieta su excelente forma fisica. El libro está repleto de sus recetas favoritas. Tambien incluye consejos para mejorar en los entrenamientos.
Es un libro inspirador. Scott no estaba destinado a ser algo grande, más bien lo contrario. Era un niño enfermizo en una familia pobre. Pero su voluntad marcó la diferencia.

"Antes de la carrera, le confesé a Dusty que estaba preocupado por lo de correr 160 km y me
respondió que no fuera nenaza, que en realidad solo se trataba de una carrera de 80 km y
después, de otra,"

Claro, hombre, ¿porque te preocupas?, ¡solo son cuatro maratones seguidos!

"Me tumbé sobre el saco de dormir y me levantaba para animar a cualquier corredor que cruzara la meta. Acampar en la línea de meta me dio la oportunidad de animar a mis colegas y hacer nuevos amigos. Lo que es más importante, me dio la oportunidad de reconocer el mérito de todos y cada uno de los que habían completado la carrera. Había vivido en el sótano de mis suegros, me había entrenado cuando en realidad quería dormir, había vomitado, me había mudado muchas veces y mi cuenta estaba en números rojos. Los otros corredores seguro que también habían pasado por lo suyo. Al quedarme en la línea de meta y saludar a todos estos corredores, podía rendir tributo al dolor y a las dudas, al cansancio y a la desesperanza que imaginaba que habían sufrido.
Quedarme allí me permitió reconocer la fuerza que habían necesitado y felicitarles por haberse impuesto objetivos importantes y por haberlos hecho realidad. Estando allí en la línea de meta, pude recordar toda la lucha colectiva y experimentar esa alegría una y otra vez."

sábado, 8 de junio de 2013

Bonnie: gracias por elegirme



Cuando adoptas un perro de la perrera, le toca la lotería: cambia el hambre, el frío, y la soledad, por un plato siempre lleno, una cama calentita, y muchos mimos. Si pudieran hablar, sin duda te darían las gracias. Gracias por elegirme.

"Se puede vivir sin un perro, pero no vale la pena". Heinz Rüman.

"El mayor placer de tener un perro es que puedes hacer ridiculeces con él y no solo no te criticará, sino que hará ridiculeces contigo". Samuel Butler.

"Para disfrutar de verdad de un perro, no se debe tratar de entrenarlo para que sea más humano. El punto es abrirse uno, a la posibilidad de ser más perro". Eduard Hoagland.

"Sucede que, cada vez que pierdo un perro, se lleva un pedazo de mi corazón con él. Y cada perro que entra en mi vida me regala un trozo del suyo. Si logro vivir lo suficiente, todas las partes de mi corazón serán de perro y llegaré a ser tan bueno como ellos".

"Mi meta en la vida es llegar a ser la gran persona que mi perro cree que ya soy".

Judías estofadas (V) (SG)



Ingredientes:
Medio paquete de judías
un puñado de guisantes
un puñado de judías verdes
dos zanahorias
una cebolla pequeña
un puñado de acelgas
un chorro de tomate frito
sal, pimentón, laurel

Elaboración:
La noche anterior dejamos las judias en remojo. Escurrir y reservar. En una olla ponemos un dedo de agua y añadimos la cebolla cortada a dados para que se rehogue (se puede usar aceite si no haces dieta). Añadimos el tomate frito (o dos tomates naturales rallados) y lo dejamos saltear unos minutos. Añadimos las judias, el laurel, la sal, el pimentón, y dejamos hervir una hora, más o menos. Cuando las legumbres empiecen a reblandecerse añadimos el resto de las verduras y dejamos veinte minutos más, o hasta que esté a nuestro gusto.
A mi me quedo un poco caldoso, asi que añadí un puñado de fideos para espesar el caldo.

La primera maratonista



Katherine Switzer, la primera mujer en correr una maratón (1967). Para poder inscribirse puso la inicial de su nombre y el apellido; consiguió un dorsal, pero cuando se dieron cuenta de que era una mujer intentaron sacarla a la fuerza. Pudo terminar la carrera porque un grupo de hombres decidió correr a su lado haciendole de escolta.

Seguro que esos hombres no se definian a si mismos como feministas, pero lo eran.

Hoy las cosas han cambiado, las mujeres participan en toda clase de competiciones (incluso el Ironman, o ultramaratones de doscientos kilometros), pero la mayoria de las corredoras aún tenemos que aguantar que de vez en cuando algún graciosillo toque el claxón o nos haga comentarios obscenos al vernos pasar.

"A los hombres se les enseña a disculparse por sus debilidades, a las mujeres por sus capacidades". Lois Wise.

domingo, 2 de junio de 2013

Degeneration


Me identifico un montón con esta canción. Vivo sola en un diminuto y caro apartamento, no tengo un céntimo en el banco y paso las noches viendo la televisión, mientras sueño con un terreno que cultivar y un montón de hijos.
Me pregunto que les hizo pensar a mis abuelos que era una buena idea cambiar el campo por la ciudad.

"El hombre no puede vivir donde las flores degeneran". Napoleón.